EL DIARIO: Presidente ¿considera que hay países socialistas en la actualidad?
PRESIDENTE GONZALO: Simplemente no, no creo. Hay quienes creen, por ejemplo, que Albania lo es. Yo les diría, a quienes creen que Albania es socialista, que estudien bien por ejemplo el VIII Congreso del Partido del Trabajo de Albania, sería bueno, ahí se dice que el centro de la reacción mundial es el imperialismo norteamericano, ¿y el soviético?, ¿dónde quedó son dos los enemigos que se debe combatir? Siempre fueron palabras; en el propio Hoxha fueron palabras, porque siempre dedicó más párrafos a combatir el imperialismo yanqui que el socialimperialismo.
También, dice el mismo Congreso, que nunca ha estado la humanidad más cerca de su exterminio. Repite igual que los otros, lo cual no es mera coincidencia; pero ¿qué nos propone hacer?, concretamente desenmascararlos. Esa no es la solución, el desenmascaramiento no frena una guerra mundial; la solución es desarrollar la revolución haciendo la guerra popular.
Y si uno ve todo lo que allí está dicho sobre los serios problemas económicos que tienen, a las claras se ve cuál es el camino al que Albania ha entrado; pero no ha sido Ramiz Alía, su actual dirigente, quien lo inició sino el mismo Hoxha, éste el año 78, en un discurso ante el electorado, planteó que en Albania no había clases antagónicas. Sabemos muy bien lo que esto implica pues la cuestión ha sido dilucidada perfectamente por el Presidente Mao Tsetung; y si sumamos sus arteros ataques al Presidente Mao, al desarrollo del marxismo, ¿qué es? un revisionista. Así, Albania no es socialista.
Si uno ve Vietnam, el camino que sigue es de un instrumento de la Unión Soviética que hoy clama por ayuda del imperialismo, con una economía en crisis y desecha; tanta sangre ¿para qué?. Es que ahí hubo un Ho Chi Minh, un indefinido, como se comprueba en su famoso testamento donde dice que le duele ver cómo se contiende en el seno del Movimiento Comunista Internacional, cuando el problema era de qué lado estar en la lucha entre marxismo y revisionismo y un comunista no tiene sino una solución, ponerse de lado del marxismo; Ho Chi Minh nunca lo hizo. Después vino Le Duan un podrido revisionista. De ahí la situación actual de Vietnam.
Por esto pienso que no hay países socialistas hoy. Todo lo cual hace reflexionar seriamente y entender el problema de la restauración y la contrarrestauración, no es problema de lamentación ni de jeremiadas quejumbrosas como algunos tratan de difundir; el problema es afrontar la realidad y comprenderla, y la comprendemos si tomamos la cuestión de la restauración y la contrarrestauración que el propio Lenin ya planteara y que el Presidente Mao magistralmente desarrolló. Ninguna clase nueva en la historia se asentó de una sola vez en el Poder; lo conquistó y lo perdió, lo recuperó y volvió a perderlo hasta que, en medio de grandes luchas y contiendas, lograba afirmarse en el Poder, igual cosa pasa con el proletariado, pero grandes lecciones nos han dejado, incluso en la construcción socialista, por tanto es una grandiosa experiencia.
Al fin y al cabo es el proceso de la historia y lo que debe preocuparnos es cómo prevenir la restauración del capitalismo, y toda revolución que está en marcha debe pensar, como se nos enseñara, en los largos años por delante, en los largos años por venir y estar seguros de que el proceso de desarrollo del proletariado en la conquista del Poder, en el establecimiento de la dictadura del proletariado, en su defensa y conducción de la revolución ya están definidos, que ya hay grandes hitos históricos y que, en consecuencia, la perspectiva es que la clase, sacando lecciones, va a conquistar el Poder y establecer la dictadura del proletariado en todo el orbe; y que el proletariado ya no será derrocado sino que proseguirá su camino de transformación hasta extinguir el Estado cuando nos adentremos en el comunismo.
EL DIARIO: Presidente. Con el triunfo de la revolución ¿cómo sería la relación internacional del Nuevo Estado con los gobiernos burgueses, principalmente con el Estado yanqui y con el socialimperialismo?
PRESIDENTE GONZALO: Es concreta la situación. Nosotros tenemos que acabar con la dominación del imperialismo yanqui sobre nuestro país, a su vez conjurar que se introduzca el dominio del socialimperialismo, como también conjurar que pueda introducirse el dominio de potencia alguna; eso es en síntesis.
EL DIARIO: Presidente. ¿No habría el peligro de un aislamiento total que haría peligrar el Nuevo Estado?
PRESIDENTE GONZALO: Creemos lo siguiente, tenemos que seguir un camino que nos lleve a la emancipación de la clase, que nos lleve al comunismo y ese camino nos demanda mantener nuestra independencia para plasmar los intereses del proletariado dentro de la revolución mundial. Creemos que, como es conocido, hay contiendas, contradicciones interimperialistas y ellas pueden ser utilizadas por ejemplo para la adquisición de algunos medios; como el mercado es cada vez más estrecho y hay una concreta guerra comercial, encontraremos quién nos pueda vender, claro que nos sacará la pepita del alma, le pagaremos con nuestras maldiciones como decía Lenin. Pero a su vez existen naciones oprimidas, revoluciones en marcha, existe proletariado internacional, hay pueblo en todo el orbe, Partidos Comunistas, ellos nos ayudarán y tenemos que aprender, porque por internacionalismo proletario acudirán a nuestro llamado y serán bien recibidos; ya vemos cómo se abren vínculos entre países atrasados, incluso como se utiliza el trueque. Encontraremos las formas adecuadas.
Este problema aún no lo hemos estudiado lo suficiente porque son problemas venideros, tenemos lineamientos generales pero seguimos en lo que Lenin dijo: ¿quieres saber cómo es la guerra? hazla; y tengamos inagotable confianza en el proletariado internacional, en las naciones oprimidas, en los pueblos de la Tierra; y, muy particularmente, en los comunistas, en los partidos y en las organizaciones cualquiera que fuere su grado de desarrollo, tengamos confianza en ellos y aferrándonos a nuestra ideología al marxismo-leninismo-maoísmo, saldremos adelante, aunque comencemos dando pasos de ciego, encontrando soluciones transitorias o para la circunstancia o para un momento, hasta encontrar la definitiva, pues, como nos enseñara Lenin: ninguna revolución puede ser concebida totalmente desde el comienzo y muchas veces se da pasos a ciegas, y se camina a tientas y se encuentran soluciones transitorias o para un momento, pero así se avanza. Partimos de esto porque nuestra arma fundamental es la ideología; partimos de lo que dijo Marx: qué fácil sería entrar a la revolución teniendo la seguridad absoluta de vencer y todo el problema resuelto, fácil sería pero así no es la revolución. El problema es asumirla y llevarla adelante, cualquiera que fuera el costo, el esfuerzo que tengamos que hacer y cómo las masas crean la historia, nuestro pueblo lo hará y como hemos de armar al pueblo aplicando el armamento general que nos enseñara Marx, entonces defenderemos nuestro Estado porque nos mantendremos por la fuerza de nuestras armas, porque ningún Estado revolucionario se mantiene con la bendición del imperialismo y de la reacción; y de esa manera, con esa firmeza, con esa decisión, con esa convicción que da el marxismo-leninismo-maoísmo, el maoísmo principalmente, encontraremos caminos y nuevos caminos.
El Presidente Mao nos ha enseñado que debemos pensar de otra manera y generar nuevas formas, es una cuestión fundamental; él nos planteó en el problema económico la cuestión se reduce a esto: una línea política clara, aparatos orgánicos y un gran esfuerzo. En todos los problemas, especialmente en los no resueltos que enfrentaremos, partir de la firme convicción maoísta de que mientras haya Partidos Comunistas y masas todos los milagros serán hechos.
EL DIARIO: ¿Cómo ve el PCP el internacionalismo proletario hoy y en perspectiva?
PRESIDENTE GONZALO: Primeramente como un principio, un gran principio, reitero nuevamente, porque el proletariado es una clase internacional y los comunistas somos internacionalistas porque de otra manera no podríamos servir al comunismo. Nuestro partido siempre se ha preocupado por forjar a su militancia, a los combatientes y a las masas en el internacionalismo proletario; educarlos en el marxismo-leninismo-maoísmo, en servir a la revolución mundial y en luchar incansable e indoblegablemente porque el comunismo florezca en la Tierra.
Durante un tiempo perdimos vínculos con otros partidos; posteriormente, se han restablecido y así estamos coadyuvando a bregar por el Movimiento Comunista Internacional, de ahí que seamos miembros del Movimiento Revolucionario Internacionalista al cual consideramos un paso en la reagrupación de los auténticos comunistas. Creemos que su perspectiva es compleja, porque si complejo y difícil es formar un Partido y llevarlo adelante, cuán complejo será pugnar para que los comunistas, a través de sus diversos partidos y organizaciones, se unan. Sabemos que es una tarea ingente pero indispensable, creemos que hay quienes concurren, combaten y combatimos -diré también-, con todas las limitaciones que podamos tener, por servir a que el internacionalismo proletario nos vuelva a unir a los comunistas en el mundo y juntos bregar porque nuestra meta definitiva sea plasmada. Comprendemos que el problema es sumamente complejo y difícil pero los comunistas estamos hechos para ese tipo de tareas.
EL DIARIO: ¿Cómo analiza el Presidente Gonzalo las diversas luchas que se libran hoy en las naciones oprimidas, qué de las acciones armadas en Europa y de los movimientos nacionalistas?
PRESIDENTE GONZALO: En las naciones oprimidas hay múltiples luchas, tenemos luchas en Africa, en América Latina, en Asia, una zona de tanta importancia y peso en el mundo. Asia nos debe merecer siempre especialísima atención, por el peso de la masa en la historia y por lo que nos ha enseñado el propio marxismo. Creemos que el problema de las luchas en naciones oprimidas está en la carencia o insuficiente desarrollo de los Partidos Comunistas; sí, realmente hay partidos que van a tener que cumplir con grandes aportes. Creemos, por otro lado, que la cuestión está en que no se desarrollan guerras populares. En consecuencia, pensamos en la necesidad de coadyuvar tesoneramente a que el marxismo-leninismo-maoísmo sea mando y guía de la revolución mundial, a que sobre esa base se formen y desarrollen poderosos partidos, llevando adelante guerras populares. Nos parece que ésa es la gran limitación.
Hay movimientos nacionalistas en Medio Oriente, Palestina en concreto, en Sudáfrica, etc.; pero creemos que las revoluciones, para seguir realmente la senda abierta por la nueva era que inició la Revolución de Octubre, necesitan desarrollar partidos comunistas, porque si no los hay se hacen revoluciones a medias. De éstas Africa nos da varias muestras, Argelia, por ejemplo; allí hubo lucha armada y muy dura, pero no se construyó el socialismo porque faltó partido comunista para dirigir una verdadera lucha revolucionaria. Sin partidos comunistas se desarrollan movimientos nacionalistas que buscan simplemente ser reconocidos como naciones, para pasar de colonias a semi-colonias y quedar dependiendo del imperialismo o, en otros casos, cambiar de amo. Lo hemos visto en diversos movimientos ligados a Inglaterra o Francia, por ejemplo. En otros casos se desarrollan luchas armadas para que las Naciones Unidas resuelvan y definan la situación, como en Chipre. En consecuencia, el problema no es simplemente la lucha armada, en el fondo, el problema es guerra popular, Partido Comunista y marxismo-leninismo-maoísmo; sin embargo, todos esos movimientos suman fuerzas para la lucha contra el imperialismo, pero sólo podrán servir radicalmente a barrerlo si es un Partido Comunista con guerra popular quien los dirige.
En cuanto a las acciones armadas en Europa, vemos largas luchas armadas; son expresión de una realidad objetiva, en consecuencia, la cuestión no es condenar sino comprender, estudiar, analizar y ver cómo están expresando también que en la vieja Europa hay situación revolucionaria; más aún, que hay hombres que toman las armas entendiendo que es la única forma de conquistar el Poder; esto es un duro golpe al revisionismo, porque en la propia Europa, considerada uno de sus bastiones, el revisionismo comienza a ser abandonado, cualquiera sea el grado alcanzado y los problemas pendientes, es innegable un importante avance.
En algunos se trata de cuestiones nacionales como Irlanda, en otros casos se plantean cómo hacer sus revoluciones. Creemos que estas luchas deben ser seriamente estudiadas, que el problema está en ver qué ideología tienen, qué política les guía, a qué clase sirven, cómo enfrentan el problema de las superpotencias. Creemos que nos deben merecer mucha atención, máxime cuando hay organizaciones que se plantean volver a Mao Tsetung, o que comienzan a plantearse la necesidad del Partido, o que es insuficiente la simple lucha armada. Debemos ver esto como un nuevo despertar y comprender que se pueden cometer muchos errores, al fin y al cabo quién no los comete, pero ellos mismos irán sacando lecciones de sus errores como lo están haciendo, avanzarán, cogerán el marxismo-leninismo-maoísmo y formarán sus partidos y harán sus guerras populares, según el carácter socialista de su revolución y según sus condiciones específicas.
En síntesis, es una muestra, reitero, de que en Europa también hay situación revolucionaria en desarrollo desigual, que hay hombres hastiados del podrido revisionismo y que, en condiciones tan difíciles, en las entrañas imperialistas donde la lucha es compleja, dura, toman los fusiles para cambiar el mundo, la única forma de hacerlo. Esto da más esperanza y sirve a ver cómo la tendencia principal es la revolución, y cómo Europa también se orienta hacia la revolución. Veamos incluso que, después de ser pioneros, están abriendo brecha y, al fin y al cabo, más esperanza; y más comprensión nos merecen cuando hay quienes ya se preocupan por Partido y por volver a Mao Tsetung, eso es querer volver al marxismo, a cogerlo a fondo como marxismo-leninismo-maoísmo. En Europa se libran estas luchas que tienen también limitaciones y errores, como todas; pero debemos verlas como una expresión de la marcha incontenible de la revolución, y cómo cada vez más países y pueblos, expresan tomar fusiles para derrocar el orden existente, sacan experiencia y se enrumban hacia el Partido y la ideología del proletariado, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo.
Para mí es motivo de alegría ver que en Europa comienza a abrirse paso la revolución y cualquiera que sean los encontronazos, los traspies que puedan darse, hay que tener confianza en las masas y en los pueblos; confianza en que así como en otras partes se da la revolución con las armas en la mano, siguiendo el marxismo, allí también se dará, eso debemos pensar. Insisto, deberíamos ver con dimensión histórica, ver a más largo plazo, estudiar seriamente estos movimientos y alentar todo lo que sea enrumbarse hacia el marxismo-leninismo-maoísmo, a forjar Partido y a desarrollar guerra popular.
EL DIARIO: ¿Qué opina de Nicaragua, qué de Cuba?.
PRESIDENTE GONZALO: Quisiera reiterar que en una ocasión conversaba con unos amigos sobre estos problemas. Nicaragua hizo una revolución inconclusa y su problema está en que allí no se ha destruido el Poder de toda la gran burguesía, se han centrado en antisomocismo, creo que ése es un problema. Una revolución democrática tiene que barrer las tres montañas y allí no se ha hecho; por otro lado, se desarrolla dentro de criterios cubanistas reajustados en los últimos tiempos y eso simplemente lleva a depender, en último término, de la Unión Soviética. ¿Cómo se comprueba esto?, porque en las conversaciones entre los representantes diplomáticos de las dos superpotencias es donde se trata, se ve y se maneja la situación de Nicaragua, como la de Afganistan o la de Medio Oriente, son muy sintomáticos los pasos de marchas y contramarchas que han dado y muy coincidentes reuniones y acuerdos de las superpotencias las medidas que luego se toman en Nicaragua, en su relación con la "contra".
Nos parece que Nicaragua, como bien merece ese heroico pueblo, para seguir el camino correcto tiene que desarrollar la revolución democrática completamente y eso le va a demandar una guerra popular, tiene que romper con el bastón de mando de la Unión Soviética, asumir en sus manos su propio destino y defender su independencia de clase y esto demanda un Partido y, obviamente, sujetarse a la concepción del proletariado; de otra manera seguirá siendo ficha de ajedrez y eso es lamentable. Creemos que ese pueblo ha dado muestra de gran combatividad y su destino histórico no puede sino desarrollar la revolución como corresponde, con Partido basado en el marxismo-leninismo-maoísmo y guerra popular, y desarrollarse independientemente sin tutelaje alguno, de nadie, ni cercano ni lejano.
De Cuba sólo podría decir esto en concreto, juega un papel al servicio de la Unión Soviética: no sólo en América Latina, lo cumple en Angola por ejemplo y en otros puntos. Pasó de una mano a otra mano, de un amo a otro; proceso presentado como un "caso excepcional" por los propios cubanos. Hay que recordar bien los criterios que han planteado como guía de su lucha: que no están bien diferenciadas las clases y lo que cabe, en síntesis, es un conjunto de salvadores para redimir oprimidos, criterios que, como los cuatro siguientes, también vemos en documentos que circulan en el Perú, es el problema de no partir de la lucha de clases; "revolución socialista o caricatura de revolución", es plantear una sola revolución en las naciones oprimidas; frente único de tres clases, sin burguesía nacional; no necesidad del Partido Comunista, es poner de lado la dirección del proletariado; y, negación de la guerra popular partiendo de rechazar las bases de apoyo. Son nefastos criterios que ha difundido el cubanismo.
Cuba tiene una alta responsabilidad en América porque fue una esperanza; pero hay que recordar muy bien qué pasó el año 70, Fidel Castro dijo que había fracasado la estrategia de la lucha armada, buscando abandonarla, dejar lo que había incentivado y apoyado. Douglas Bravo le salió al frente replicando que no había fallado la estrategia sino la táctica castrista, pero también lamentablemente después Bravo se acogió a la amnistía. Creemos que esas situaciones han generado muchos problemas en América, pero hoy día esos mismos criterios reajustados según la voz del amo socialimperialista se están difundiendo y presentándoseles como un nuevo desarrollo revolucionario que se concretaría en Nicaragua. Es una falsedad. Lo que debemos afirmar y afirmamos es que América Latina ya está madura para la guerra popular y ése es su camino. América Latina tiene un papel importante que cumplir, no olvidemos "el traspatio de Estados Unidos", según dicho del insolente imperialismo yanqui. América Latina tiene importancia también en el mundo, la cumplirá si es que coge la ideología del proletariado, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo, si forja partidos comunistas y si lleva adelante guerras populares dentro de la revolución mundial.
Los latinoamericanos seremos a fines de siglo más de 500 millones de personas; tenemos muchas cosas que nos unen y debemos bregar juntos hasta por cercanía, lo cual no quiere decir que nos desliguemos de la revolución mundial, porque solamente cumpliremos nuestra tarea como parte de la revolución mundial; no basta con América Latina, el comunismo es para todo el Mundo o para nadie.